10.8.23

Ni víctimas ni verdugos


Me han dejado, claro que me han dejado. Me han dejado casi siempre, me han dejado mucho. Y cuando me han dejado, cada vez que me han dejado, me sentí para el culo. Cuando alguien te dice que lo tuyo no alcanza, no sirve, cuando sos informado que vivir justamente sin vos es algo perfectamente normal, una experiencia de lo más vivible por decirlo de algún modo. Cuando te recuerdan que vivir sin vos es algo absolutamente posible (menos para vos, qué curioso) te ponés triste, te ponés mal.
También, a veces, he dejado a alguien. Y cuando dejás a alguien te sentís mal, seguro. Porque no odiás a la persona que dejás, al menos no es mi caso, sino que lamentás. Lamentás que la persona no tenga el talento o la capacidad para que no la dejes. Porque la culpa no es de la persona, lo sabés, la culpa es tuya porque no sabés cómo carajo vas a hacer para poder volver a entusiasmarte con el mismo truco de magia, una magia berreta además, una magia donde ya todos conocen prácticamente todos los trucos de memoria. Sin sorpresa no hay posibilidad de magia.
Así que ahí estamos en medio de la escalera mecánica de la alegría que va siempre hacia abajo, tratando de coger un poco, compartir un vaso de vino, reírnos de cualquier cosa porque estaba bueno reírse, quedarse mirando la risa que flota en el aire como quien mira un pájaro que despliega sus alas, dormir juntos, las ganas de abrazarse bien fuerte antes del próximo fracaso.

4 comentarios:

vodka dijo...

todos queremos coger un poco.pero sin amor es baldío.

Juan Sebastián Olivieri dijo...

"...Lamentás que la persona no tenga el talento o la capacidad para que no la dejes..."
Simple y contundente. ¡Gracias por la claridad!

J. Hundred dijo...

*vodka! estimada, no sé. yo creo que coger incluso sin amor puede ser expectorante. fíjese que hasta es de lo más normal ver gente que hace crossfit. quiero decir, a la hora de imaginar energía mal canalizada, derramada quizás sería en esta curiosa ocasión el término preciso. cito al general: lo perfecto es enemigo de lo bueno. saludos.

*juan sebastián olivieri! recuerdo en alguna oportunidad haber dicho: no sabés cómo lamento que me parezcas tan pelotuda. pero no cayó bien che. saludos.

Frodo dijo...

Me detuve en la fecha.
Necesitaba (con voz de Osvaldo Laport) saber si este escrito fue antes o después de las PASO.

Lo abrazo