Si te dejó, si te abandonó, si se fue, lo mejor es que vayas a ver a una bruja. Le llevás a la bruja una foto, una foto de él. La bruja va a frotar la foto con cebolla morada, murmurará unos secretos y milenarios conjuros, y te dirá que metas la foto, así como ella te la devuelve, dentro de una bolsita de plástico, que metas la foto, te decía, en el freezer. La ponés atrás de las cubeteras. El hombre siente que su vida se ha congelado, debe volver al amor, al amor del cual se ha ido.
La bruja de seguro te va a decir, para reforzar el conjuro, que prendas tres velas rojas, en diagonal, debajo de la cama, del lado donde dormía él. Las prendés, las velas, los días jueves, justo a las doce de la noche, y las dejás encendidas diez minutos, más o menos.También tenés que hacer una cruz de queso rallado en el palier del departamento, cuando vos sabés que es una fecha importante para él. Puede ser en la fecha de su cumpleaños, o el día del aniversario cuando se conocieron. Puede ser el día que salió campeón San Lorenzo, si vos sabés que él, tu pareja, es de San Lorenzo.
Para que el método adquiera su máxima potencia, para que adquiera ribetes de imbatible, tenés que cortar un pedacito de una prenda de vestir que él haya usado. Un cuadrado de tela, de dos centímetros de lado, de una camisa de él, o de una corbata, sí, perfectamente, o de un par de pantalones. Ese cuadradito de género lo tenés que llevar encima durante siete días, en contacto con tu piel. Te lo podés colocar en la planta del pie, y después ponerte la media, o debajo del elástico de la bombacha, te doy un par de sugerencias nomás, tampoco es tan difícil. O debajo del reloj, pegado con un poco de cinta adhesiva o una curita, lo que se te ocurra.
Te digo más o menos todo lo que te va a decir la bruja que hagas para que él vuelva, puede haber algunas variaciones en el método, depende de la bruja también. Te puede decir que mastiques una rama de apio crudo, claro que crudo, en ayunas, los días que está anunciado un eclipse.
También podés aprender a tirar de la goma como corresponde, nunca está de más.