Bueno, acá va lo que podés hacer. Nada. Nada de nada, no hagas nada, eso.
Andá a un asado y no hables, cuando te preguntan si querés molleja decí que sí con la cabeza, si te preguntan si querés más vino asentí otra vez. Si te para por la calle un amigo de la primaria y saca un teléfono para mostrarte fotos de sus hijos no digas nada, miralo, a él, un poco por encima de la línea de los ojos, como si estuvieras viendo algo que está más arriba y más atrás, lo que equivale a decir en otra parte, podés sonreír. Si te paran para hacerte una encuesta o para venderte algo o para pedirte plata para sacar el plástico del océano o para lustrarle el pico a los pingüinos con quitaesmalte cutex no digas nada, veinte segundos, treinta también. Si te llega un mail que está dirigido a varios remitentes no lo respondas. Podés leerlo si querés, pero no contestes nada. Jamás respondas un mail grupal porque no pertenecés a ningún grupo, sos un boludo de lo más individual.
Listo, eso es todo. No saques fotos, no forwardees videos, no hables por teléfono celular en medios de un transporte público ni cuando estés delante de gente.
En poco tiempo, dos semanas como mucho, serás visto como un sujeto misterioso, profundo. Original.
En poco tiempo, dos semanas como mucho, serás visto como un sujeto misterioso, profundo. Original.