30.11.21

Podés llamarlo literatura


Leo un cuento. Un buen cuento. Hay una escena en el cuento, una escena maravillosa. Te la resumo.
Hay un hombre, un hombre mayor, casado, que ha perdido el olfato. Tiene un nombre, esa singular patología, esa enfermedad. El hombre está casado, tiene una esposa. A la esposa, que se empieza a sentir mal, débil, le descubren una enfermedad degenerativa que va directamente y con paciencia de boa, contra la motricidad. Nada se ha inventado para combatirla. La enfermedad avanza, la mujer está consciente, y no mucho más.
Ante la progresión de la enfermedad internan a la mujer. La mujer se pone peor, cada vez puede moverse menos, los miembros, los brazos y las piernas, se le dificulta hablar, la tienen que alimentar.
La mujer va a morir. El hombre, su marido, la visita, en terapia. Le lleva el hombre diversas hierbas. Tomillo, romero, flores de lavanda, orégano. El hombre acerca las hierbas a la nariz de su mujer que permanece con los ojos cerrados, para que recuerde olores, fragancias de situaciones donde fueron felices, ella y él, juntos. Árboles de eucalipto debajo de los cuales se sentaron a conversar, especias que utilizaron para condimentar cenas familiares, y así.
La escena del hombre junto a la cama donde yace su mujer con los ojos cerrados, el hombre metiendo la mano en una de las tres bolsas que ha llevado al hospital, acercando alguna ramita a las exánimes fosas nasales de su esposa que apenas conserva fuerzas para respirar. Bueno, es una escena de una ternura infinita.
Después levantás la vista del libro y te das cuenta que no importa lo fétida, abyecta y absurda que sea la realidad. Algo bello surge de alguna parte y es una maravilla comparable con la multiplicación de los peces y los panes. Y entonces podés continuar.

*el cuento es ‘pulso’, de Julian Barnes

3 comentarios:

Frodo dijo...

Me pasa cuando me asomo al cosmos una estrellada noche de primavera.
Después saco mi ojo del telescopio y veo al ser humano.

Llamalo astronomía, Hundred

José A. García dijo...

Cada vez se vuelve más difícil encontrar algo por lo que valga la pena continuar. Aunque tal vez esto sea una cuestión particular, no lo sé.

Saludos,
J.

J. Hundred dijo...

*frodo! y tiritan azules los astros a lo lejos, dijo neruda. también dijo ‘me pasás el queso rallado?’. lo dijo durante una cena, saludos.

*josé a. garcía! sí, cada vez es más difícil. en esta coincido, pero tengo pensado no coincidir mucho más con nadie. saludos.