6.8.15

Preguntón


–¿Duermen las palomas?
–¿Eh? –Estaba distraído, miraba el televisor encendido, pero sin mirar.
–Si duermen las palomas. Y cómo duermen. ¿Duermen en el aire? ¿Se acuestan en el piso? ¿O duermen paradas? Pero sería raro, los animales no duermen parados. Estar dormido y estar parado al mismo tiempo no se puede.
Había ido a visitar a mi amigo H. La idea era tomar unos mates y charlar de cualquier cosa hasta que se hiciera de noche. Para ir a cenar.
Pero. La mujer de H. también había tenido la misma idea de verse con una amiga. Entonces, la mujer de H. le había dejado a H. su pequeño hijo, el hijo de ambos, de H. y de la mujer de H., para que lo cuidara durante la tarde. A cambio, la mujer de H. había prometido volver temprano, para que entonces H. y yo pudiéramos ir a cenar afuera. A tomar un vino, tranquilos.
Vivía, H., en una regia casa en Vicente López. Su hijo era un pequeño demonio de cinco o siete años que se llamaba Tomás.
El que me había hablado, de pie, mirándome con las manos en la cintura, era Tomás. H. estaba arriba, hablando por teléfono.
–No sé –respondí–. Pero tienen que dormir, eso seguro. Si no dormís, es como una heladera que no corta.
–¿Se te hace una bola de hielo? –Dijo Tomás.
–No, pero te revienta la cabeza –dije–. En poco tiempo no servís más.
Nada, en la televisión. Las acostumbradas boludeces. Se escuchaba a H. hablando por teléfono, arriba. Discutía con alguien, temas de laburo.
–¿Duermen los peces?
–¿Eh? –Otra vez, Tomás. Había avanzado un poco para observarme más de cerca. El flequillo le caía sobre la frente.
–Si duermen los peces. Y cómo duermen. Duermen en el agua, claro, porque los peces no pueden vivir fuera del agua. Pero no entiendo, ¿a determinada hora se van todos para el fondo? Porque para dormir tenés que estar acostado, acostado sobre algo. No te podés acostar sobre el agua.
–Dormir duermen –dije–. Se deben poner de acuerdo. Mientras duermen algunos, otros están de guardia. Por los tiburones.
Lo pensó un instante. Se rascó la cabeza.
–No, no sabés –dijo–. Se nota que contestás cualquier cosa. No sabés nada.
–Mirá –dije–. Tampoco sé si me gusta más la mayonesa o la mostaza, o si hay vida después de la muerte. Lo que sí sé es que cuando seas grande, en algún momento, te vas a dar cuenta que la vida no tiene mucho sentido, y te vas a querer pegar un tiro en las pelotas. Eso te lo puedo asegurar.

8 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Si te llega a preguntar si duermen los delfines, le podes contestar que sí pero no del todo. Porque no tienen respiración automática, una parte del cerebro está despierta. Eso se lo escuché a no recuerdo quien.
Pero es lúcida, aunque pesimista respuesta, eso de que la vida no tiene sentido. A veces parece bajo control de un demiurgo (No yo).
Si mi comentario te parece obra de un inepto, ya podes imaginar lo que sería la existencia bajo el control demiurgo.
Y si alguien no está en condiciones de contestar esa clase de preguntas, es que no tuvo la respuesta adecuada cuando las hizo.

J. Hundred dijo...

*el demiurgo de hurlingham! estoy seguro que la historia de los delfines que no tienen respiración automática y por eso permanecen, de algún modo, despiertos, mientras duermen, me transformaría de inmediato en el centro de alguna reunión social, el alma de la fiesta. una fiesta a la que no estoy invitado, demos gracias a Dios por eso. lo saludo.

Alelí dijo...

Mire, me voy a permitir cierta reflexión, como siempre salida de la mixtura que habito.

Veo cierta contradicción en su filosofía. Es que si ud. llegó a la conclusión sobre el sin sentido de la vida, después de haberla transitado. No entiendo cómo la traslada a otro ser humano, no existe tsl cosas como pasarle los apuntes y decir "yo hice hasta acá, ahora seguí vos". Bien sabe, como todo maestro, que no hay manera de ahorrarle vida a nadie. De poder pasar la fórmula. Así pues imagino que algo de su conclusión es comprado o falso.

En fin, la prox lleve 2 kg de helado (freddo) y se termina cualquier intento de interrogatorio.

Beso en la frente

J. Hundred dijo...

*alelí! soy contradictorio, contengo multitudes, dijo el señor whitman. pero puedo aceptar que no debí revelar tamaña pieza informativa al pequeño tasmania. preste atención, escuche conmigo, me gusta imaginarla sonreír.

https://www.youtube.com/watch?v=kCVDRe_HmUM

Alelí dijo...

ud. se pasa con las recomendaciones.
el poema la otra vez. de primera calidad.
y ahora el sujeto éste cantando con todo su humor una verdad suprema.
no puede ser mejor.

Alelí dijo...

ud. se pasa con las recomendaciones.
el poema la otra vez. de primera calidad.
y ahora el sujeto éste cantando con todo su humor una verdad suprema.
no puede ser mejor.

Sol dijo...

Lo mejor de todo es volver a leer la palabra demiurgo.
En algún momento alguien dijo que lee tu blogg cuando se encuentra con ánimo de deprimirse. No me encuentro muy lejos de eso. Las entradas de este blogg me generan lo mismo que la danza "butoh", rechazo y ganas de seguir mirando (leyendo), tienen una extraña belleza en su patetismo, en su sexualidad grotesca y en lo tortuoso de los relatos coreográficos y escritos.
Me resultan especialmente bellos cuando los contrapongo con el ballet clásico que elegí interpretar y con mi vida que día a día utilizo para alejarme lo mas posible de las conclusiones e interpretaciones sobre si mismos que tienen tus personajes y vos.

J. Hundred dijo...

*alelí!

*alelí!

*sol! sé de qué me habla, entiendo lo que dice, yo también he visto la película a la que usted hace referencia, 'butoh, birra, faso'. ya ve, usted me dice que soy repugnante, patético, nada desea más que mantenerse alejada de mi persona, no tener nada que ver conmigo. la saludo con ternura