5.5.11

El mago

El mago metió una moneda en la galera. Golpeó la galera con su varita, dos veces. Movió las manos, hizo unos pases mágicos. Dio vuelta su galera, y salió de la galera, la moneda.
El mago metió un pañuelo en la galera. Un pañuelo de seda, azul. Metió el pañuelo, en la galera, muy despacio. Golpeó la galera con la varita, dos veces, movió un poco las manos. Dio vuelta la galera, y salió, de la galera, el pañuelo de seda, azul. Flotó, el pañuelo, por un momento en el aire, antes de caer.
El mago metió una paloma en la galera. Una blanca paloma que sacó de una pequeña jaula. Rápidamente, golpeó la galera con su varita, movió las manos. Dio vuelta la galera, y salió la paloma, aleteó un poco y se detuvo en una esquina del escenario, después de un cortísimo vuelo.
El escaso público, algo fastidiado, comenzó a inquietarse. Hubo un par de abucheos, seguidos de una burlona carcajada.
–Mi magia consiste en dejar las cosas como están –dijo el mago, se puso la galera, se acomodó la chaqueta, se enderezó el moño–. Es una magia que se entiende con el tiempo.

12 comentarios:

Libelula de Acero dijo...

Me hizo acordar mucho a esto: http://www.cuevana.tv/peliculas/3308/lillusionniste/

Dany dijo...

De lo mejor visto por acá. Ese mago ( o ud.) la tienen clara.

Samain dijo...

Dejar las cosas como están, creo yo, más que magia, es arte.

Gabriela dijo...

vaya capacidad...hay gente q todo lo q toca cambia...(no siempre para bien:P)

Alelí dijo...

me gusta ese mago, el tiempo y aprender de la experiencia que no siempre van de la mano.

me encantó!

Yoni Bigud dijo...

La aspiración de un estado de cosas, si no perpetuo, al menos duradero. Con cierta vocación de permanencia.

Supongo que el asunto consiste no en hacer la magia, que como acabamos de atestiguar, es absolutamente posible, sino en hallar una galera suficientemente grande como para meternos dentro.

Eso sería patear el tablero.

Un saludo.

Jueves dijo...

los magos nunca me cayeron bien. pero no por la magia en sí, sino mas bien a que deben hacer de pelotudos la mayor parte del tiempo.
debe ser por eso que este mago en particular me resultó simpático, el silencio absoluto...

y en cuanto a lo otro, que nada cambie no sería, a la larga, algo negativo? piense en algo pequeño, piense en la paloma. Si nunca cambiara, si nunca se hiciera vieja y muriera, habría superpoblación de palomas, que traerían aparejadas una inundación de todo de esa asquerosa mierda de ave que todo lo cubre y mancha. Pienselo.

Paprika dijo...

Creo que mi sistema necesitaba (pedía) leer algo así. Ha venido justo, JH. Gracias por compartir este relato con nosotros, Don Juan.

J. Hundred dijo...

*libélula de acero! sus recuerdos no corren por mi cuenta.

*dany! con el respeto y la estima que le tengo, creo que es lo mejor que ha visto por acá y por cualquier otra parte. vamos a tener que aceptar de una buena vez, aunque nos fastidie, aunque nos duela, que tengo algunos momentos de pura genialidad.

*samain! entre los delicados atributos que tiene el dejar las cosas como están, se encuentra el de no romper demasiado las pelotas, también.

*gabriela! si Dios hubiera querido que fuera objetivo, me hubiera hecho objeto, se le atribuye haber dicho a ortega y gasset, alguno de los tres.

*alelí! por fin, nena. por fin.

*yoni bigud! cogerse la galera, o meterse la varita en el culo según el caso. aceptar, entender que infinidad de cosas tienen su propia dinámica. ahí también hay magia. un saludo.

*jueves! que nos vaya bien a todos.

*paprika! no es un relato, es una secreción.

Mr. Kint dijo...

El hábil prestidigitador genera la fascinación ajena mediante el arte del engaño, hacer como que hace algo, algo que en realidad no sucede; la ilusión.
Sin embargo, este accionar contradictorio que plantea usted es mucho más sutil y bello. Parece que éste es un hechicero formado en la rigurosa academia de Lao-Tse, una escuela de enorme sabiduría e infinitamente más generosa, y como bien saben ellos, y como bien sabe usted, parte de esa magia está en no llevarse los aplausos.
Brillante, brillante lo suyo.
Abrazo.

J. Hundred dijo...

*mr. verbal kint! le cuento una semblanza muy profunda, muy zen. la he contado alguna vez, todo lo que digo ya lo he dicho alguna vez. haga por favor de cuenta que no me repito, que simplemente me acentúo.
va por ahí el bueno de wanchankein, que sería como decir va por ahí kung fu de civil, que sería como decir va por ahí david carradine con su particular y única expresión de estupor tan shaolin que lo condujo a quedar como un ícono de hollywood. va wanchankein, entonces, decía, y entra a un negocio. una casa de deportes. se le acerca una vendedora, y wanchankein le pide un par de ojotas. la vendedora le pregunta de qué color las quiere, cuál es el talle, si prefiere ojotas tipo chinelas como las que usan los jugadores de fútbol o si prefiere las que son para enganchar el dedo gordo. le dice, la vendedora, que hay ojotas con más amortiguación, antideslizantes, las clásicas hawaianas, en fin. hecho el pequeño tour de los productos disponibles, viendo la carita de wanchankein, la vendedora, antes de ir al depósito, le vuelve a preguntar, a un atribulado kung fu, qué ojotas prefiere.
-cualquiera –responde wanchankein-. son para llevar en el bolsito.
me pareció importante compartir esta pieza de oriental sabiduría con usted. un abrazo.

Haber sabido dijo...

Excelenteee...
Qué distinto sería si se pensara más rápido. Creo que no habría genios o magos escondidos. Esa es "LA MAGIA"