Decidí que iba a escribir. Había leído que Woody Allen decía que escribía dos carillas por día durante noventa días, y entonces tenía el guión de una película. Había leído que Martin Amis había dicho que mientras todos sus compañeros de curso se preparaban para escribir la gran novela, o la obra de teatro que revolucionaría el arte moderno, él se sentaba a las seis de la mañana y escribía una hora.
Empecé a ir a un bar. A las ocho de la mañana, me compré un cuaderno y un par de biromes. Dije ‘me voy a sentar de lunes a viernes, una hora’. Iban a ser, ponele, doscientos cuarenta días, a dos carillas por día, bueno. Después de limpiar, corregir, quitarle la grasa. Ver lo que quedaba.
Nada. Me sentaba en el bar, abría el cuaderno, pedía un café y una medialuna de grasa, al mes siguiente un cortado y una medialuna de manteca. A los pocos días pensé ‘con una carilla por día también está muy bien’.
Nada, cero, kaputt. Ni un miserable párrafo, ni una oración. De mi mente no surgía una palabra.
Pasó el año. El cuaderno se había gastado un poco de tanto llevarlo en la mano. Había perdido algunas biromes y había comprado otras. El mozo me conocía, me saludaba.
Y entonces me di cuenta que no iba a escribir nunca nada. No sabía escribir, no quería escribir, no tenía nada para decir. Pero vivir también era desayunar, tomar un café con leche en invierno, ver por un instante el humito saliendo de la taza. Esas cosas.
6 comentarios:
A veces el infortunio no alcanza para escribir. No a todos los inspira.
Volvió a aparecer Mónica, aunque sea con su ausencia. Que notable.
Saludos.
No te agobies, puedes vivir, o puedes perder la vida escribiendo sobre ella. No hay opciones correctas, ni buenas ni malas. La vida nos viene sin juego de instrucciones y sin la fotografía de un caballo, o una montaña puestas en la tapa para que puedas montarte el rompecabezas sin pifiarla.
*el demiurgo de hurlingham! yo siempre creí que el arte brota del dolor. pero también fui conociendo infinidad de pelotudos/as que sufrían sin ninguna clase de contrapartida artística. de eso estoy hablando, saludos.
*beauséant! dijo el superior saer:
en alguien que se moría
mi propia muerte no vi.
pero en fiebre y geometría
se me fue pasando el día
y ahora me velan a mí.
escribo esto porque mi texto es bien malo. y su comentario no ayuda ni un poquito. saludos.
Yo hace años que no tengo nada más para decir, pero en lugar de seguir intentando clavé las guampas como Forest Gump. Y estoy en paz, me gustan mucho las medialunas de grasa.
Le mando un respetuoso saludo desde la clandestinidad.
*yoni bigud! estimado, usted ya pintaba como inteligente de muchísimo antes. y yo soy de la idea que la gente no cambia, la gente se acentúa. lo saludo con afecto.
Cuando jugaba al basquet (porque supe jugar al basquet, y mejor que al fóbal) tuve un entrenador que me dejó una gran enseñanza: "Si vas a encarar al aro: la metés o te hacen falta; o en lo posible ambas. Si no, esto no es para vos".
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