10.11.22

Escritor maldito


Tenés que ir a Lacroze y Cramer. En Lacroze y Cramer hay un bar, justo en la esquina. frente a las vías. Conviene que vayas un lunes, o un martes, cualquiera de esos dos días. A las doce de la noche.
Conviene que vayas un poco antes, de las doce de la noche, pero las dos pibas llegan a las doce de la noche en punto, doce y cinco como mucho.
Vos tenés que estar tomándote una cerveza, con un sándwich, o un whisky con unos daditos de queso, mirando por la ventana. Y un libro, esa es la clave. Tenés que dejar un libro arriba de la mesa. Una novela, o cuentos, cualquier cosa. Un libro que hayas leído.
El asunto es que las dos pendejas, porque son pibas de veinte años como mucho, las dos pendejas estudian letras. Y están forradas en plata. Viven por ahí cerca, sobre Tres de Febrero, una torre enorme.
Las dos pibas estudian letras, te decía, y tienen un mambo con los escritores malditos. Son pibitas que leyeron a Kerouac, a Bukowski, a Burroughs. No sé, los poemas de Rimbaud y de Ezra Pound, los cuentos de Carver, de Abelardo Castillo, leyeron todo.
Y les gusta coger, a las pibitas les gusta mucho tomar merca y coger, enfiestarse, las dos juntas, con tipos que escriban. Entonces van a ese bar, salen de pesca, van a otros bares también, pero los lunes o los martes van a ese bar seguro, y si ven a un tipo que lee algún libro, o que tiene un cuaderno y una birome, bueno, le buscan conversación de una. Te preguntan algo, cualquiera de las dos, algo del libro que estás leyendo. Vos tenés que decir ‘sí, escribo’, pero como si no quisieras decirlo, como si las pibas te parecieran pelotudas, como si te estuvieran molestando.
Y las pibas te invitan a la casa de una. Viven solas. Tienen merca, ala de mosca, tienen whisky importado y les gusta coger, les gusta mucho coger. Te enfiestan, la vas a pasar como nunca.
Ya somos varios los que las cogimos. Paran en otros bares también por Chacarita, por Congreso, les gustan los bares viejos y los escritores cagados a palos. Están chifladas pero están rebuenas, las pibas. Muy putas.

También puede ser que si vas al bar que te dije, al bar de Lacroze y Cramer a las doce de la noche, el lunes o el martes, bueno, te afanen. Hay unos pibitos que andan por ahí, una bandita que afanan a los que bajan del tren. Andan de caño y están muy zarpados, le dan como locos al pegamento. Te afanan de una. O te suben a un auto y te llevan a recorrer cajeros automáticos, o te hacen un secuestro express. Si salís de ese bar y no te metés en un taxi al toque te afanan, perdés.

Lo que te dije de las minas es todo mentira, lo inventé todo. Digamos que es ficción, yo escribo, no sé si te comenté.

6 comentarios:

Juan Sebastián Olivieri dijo...

¡Maravilloso!
El cóctel Rimbaud Ezra W L Pound es casi insuperable. Me alegraste el día.

J. Hundred dijo...

*juan sebastián olivieri! digámoslo así, para que lo entienda la monada. si te dan a elegir entre el combustible espiritual de ari paluch, y los poemas de ezra pound, bueno. qué loco todo. saludos.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Unta interesante ficción.

Geoffrey Firmin dijo...

Suele pasar. De todos modos, aunque yo dedicara la vida a ir a los bares con una biblioteca al hombro, sólo me afanarían. Previamente, me darían unos roscazos.
Abrazo cordial.

Geoffrey Firmin dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Geoffrey Firmin dijo...

Qué incordio la inutilidad de la falta de costumbre. Disculpas.