20.2.22

Modo catástrofe


Cuando chocan los trenes, cuando se caen los aviones, cuando se produce un terremoto y la tierra abre la boca y se mastica una ciudad, un pueblo entero, como si fuera un alfajor de maizena.
Cuando pasa algo así y te lo muestran en los noticieros, en las redes la gente tiene algo para decir, la gente opina al respecto.
Vos te angustiás. Te das cuenta de los frágiles piolines que sostienen una vida. Dudás de todo, de la existencia de Dios, de las precarias nociones del bien y el mal, de las leyes que rigen la rotación y traslación del planeta tierra.
Ahora. Si yo te digo que me parece que me estoy quedando pelado, que tengo una furibunda busarda o que hace bastante tiempo que no la pongo. Bueno, eso no te genera la menor contrariedad ni excesiva preocupación.
Somos esclavos de la desmesura, ávidos de grandilocuencia. Si pensás salvar al mundo va a tener que ser de a uno, la gente no presta atención a los detalles.

6 comentarios:

José A. García dijo...

Y son esos detalles los que más diferencia hacen...

Saludos,
J.

J. Hundred dijo...

*josé a. garcía! no somos mucho más que esos detalles. saludos.

Frodo dijo...

Y mientras usted dejaba testimonio escrito de su lumbrera, veo tanques aplastando autos en Europa del Este, pero también me duele la cintura.

Lo abrazo

J. Hundred dijo...

*frodo! puede haber tanques aplastando automóviles en europa del este. pero cómo medir eso cuando descubro que me aplastaron una porción de chocotorta que me quedaba en la heladera. no hay ránking de tragedias mamucho, eso quise decir. saludos.

Dany dijo...

Las grandes tragedias se opinan como si fueran películas sometidas a una crítica pero que se dejen de joder con cambiarle el sabor al Mantecol. Abrazo.

J. Hundred dijo...

*dany! si tocan el mantecol nos tocan a todos. saludos.