28.5.18

Relámpago


Mirá, en algún momento de tu vida adulta, digamos alrededor de los treinta años. Puede ser a los 28 pero no a los 25, puede ser hasta los 33. Somos todos diferentes desde ya, aunque no tanto.
En algún momento de tu vida adulta entonces, decía, te vas a dar cuenta que la vida no tiene sentido. Te vas a dar cuenta que no hay adónde ir, pero tampoco tenés adónde volver. Pusiste lo mejor de vos en la moto que arrancaste a patada en la carrera de la vida que consiste en estudiar y trabajar y casarse y tener hijos y comprar un auto y veranear en una playa donde el agua debería ser turquesa y las palmeras de cerca nunca son como en las fotografías, algo es diferente.
Pero te vas a dar cuenta que la vida no tiene mayor sentido. Vas como una valija en una cinta transportadora que no conduce a ninguna parte, y ni siquiera sabés demasiado bien por qué.
Llega el relámpago entonces, el reconocimiento, sos envuelto en una manta polar hecha de la futilidad más pura.
Una vez ocurrido el reconocimiento puede suceder las más variadas cosas. Puede que intentes comprar un auto descapotable de color clarito, puede que te quedes mirando a la jovencita en cuatro patas que se arquea de esa manera tan particular mientras aguarda recibir la tarifada poronga, puede que te den ganas de conocer sitios exóticos, caminar por el centro de Tokio a las dos de la mañana buscando un lugar donde tomar un whisky decente, puede que tengas ganas de sentarte a la orilla del Ganges mientras quizás demasiado cerca un barbudo se pone en cuclillas y comienza a defecar.
Sigo. Puede que quieras ser gerente intergaláctico de algo o ir a un gimnasio a practicar el entrenamiento de los Seals, puede que quieras tomar cursos de fotografía o aprender a surfear.
Lo que hay que entender es que todas esas cosas son maniobras distractivas. Lo importante es no romper demasiado las pelotas, no hay escape.

9 comentarios:

Samain dijo...

"Vas como una valija en una cinta transportadora que no conduce a ninguna parte, y ni siquiera sabés demasiado bien por qué."

Siempre un gusto pasar a leerlo.

J. Hundred dijo...

*samain! en el universo no existe manifestación sin polaridad. no, quise decir algo original, para sorprenderla, no me haga caso. cómo está usted? se casó, tuvo hijos, cambió el auto o el perro, se fue a vivir a tierra del fuego? usted me daba ganas de mejorar, eso sí lo recuerdo. la abrazo.

Samain dijo...

¿Tanto como ganas de mejorar...? ¿No será mucho, Juan?
Usted no para de sorprenderme, pero siempre para bien, probablemente por eso sigo visitándolo ocasionalmente... eso o la nostalgia producto de la edad.
Vea, ni me casé, ni tengo hijos, ni auto, ni perro, ni vivo en Tierra del Fuego... dicho esto, me serviría un whisky a mirar una fogata y recapacitar sobre las decisiones de mi vida.
Un abrazo fuerte para usted.

Frodo dijo...

Entonces todas esas maniobras distractivas vienen a ser el trueno de aquel relampago del reconocimiento, que llega un poco tarde, como el subte línea E, como este comentario, como vuestra genialidad a nuestras vidas.
Lo abrazo

J. Hundred dijo...

*samain! no sé si le comenté, pero tomar whisky y mirar por la ventana es una de mis especialidades, sino la única. no tengo fogata, pero puedo quemar un calzoncillos en el balcón, si es preciso un estepario paisaje. no hace falta recapacitar sobre nada, recapacitar no se usa más. recapacitar pasó de moda, eso quise decir. la vuelvo a abrazar.

*frodo! estimado, en una oportunidad, estando en un ascensor, me rajé un pedo descomunal. ‘el sonido y la furia’, murmuré y puse cara de saber muchísimas cosas, mientras la gente pugnaba por escapar. lo abrazo.

José A. García dijo...

18 años tenía.
Crisis del 2001.
La vida no tenía, ni tiene, ni tuvo, sentido alguno.

Y sigo pensándolo igual.

Suerte aquellos que aún lo ignoran.

Saludos,

J.

Samain dijo...

No, Don Juan, por favor, no incinere sus calzoncillos, que lo último que necesitamos es a Nur-Ab-Sal sobrevolando Buenos Aires...
Voy a intentar seguir la moda por una vez en la vida y no recapacitar... mientras tanto sigo pasando, así me vuelve a abrazar.

J. Hundred dijo...

*josé a. garcía! ignorance is bliss, pero cuando te dicen la frase, las primeras cien o doscientas veces, no la entendés. lo saludo.

*samain! mi primer libro de poemas se llamó ‘a vos nunca te abrazaron así’. la historia del título es un poco larga, no la quiero aburrir. pero la abrazo todo lo que usted quiera, me siento la mismísima ‘amma’.

José A. García dijo...

El dolor, real, metafórico, figurado, o como sea, nunca desaparece.

Saludos,

J.