21.5.18

Medio corcho


Lo explico pero no mucho, me cansé de explicar, además no me pagan para explicar. Son las ganas de ayudar, lo explico de onda.
Si vivís en una ciudad, cualquier ciudad del occidente capitalista civilizado, bueno, estás hecho mierda. No depende de tu voluntad, no, no importa si vas a yoga dos veces por semana, si tomás yogures para cagar como un colibrí.
Vivís en la ciudad y estás arrasado por el twister hecho de idioteces multimedia y correr, siempre correr, siempre apurado para poder llegar a un lugar al que no sabés demasiado bien para qué fuiste y del que te gustaría irte apenas llegás pero tampoco tenés muy en claro adónde volver.
Hasta que algo cede, algo se rompe, fatiga de materiales podríamos decir. Se suelta una costura de tu atribulado ser y te empezás a descascarar. Empieza el plano inclinado, la escalera mecánica de la vida que va siempre para abajo y te va a ganar.
Bueno, lo que tenés que hacer es llevar medio corcho encima. Sí, medio corcho, compraste una botella de vino cualquiera para la cena, y te guardás el corcho. No lo tirás.
Al día siguiente, cuando tenés que salir a la calle para seguir con esa cadena de errores que podríamos denominar ‘tu vida’. Agarrás el corcho y lo cortás, con un cuchillo, por la mitad. En realidad puede ser menos de la mitad, entre la mitad y un tercio es lo ideal. Y te guardás el pedazo de corcho, la mitad del corcho, en un bolsillo. Puede ser un bolsillo del pantalón, o un bolsillo de la campera, te vas a ir dando cuenta con el tiempo dónde lo tenés que llevar.
El corcho tiene propiedades que no se conocen. Tiene la capacidad de absorber los rayos Wilkinson y las ondas de Tupolev, toda la mierda que se genera en la biósfera. Para que entiendas, sólo para dar un ejemplo. Si vas a un hospital, si vas a visitar a alguien que está en terapia intensiva y te sentás en la sala de espera. Se te pega, se adhiere a vos toda la tristeza de la gente que estuvo llorando ahí cuando le dieron las malas noticias sobre sus familiares. Y eso se te mete en la sangre, como el polonio, y un buen día te largás a llorar como un chico mientras estás comprando doscientos gramos de salchichón primavera en la fiambrería y no podés entender por qué. Así funciona.
Pero si llevás medio corcho entonces no te pasa nada. El corcho hace de pararrayos de la tristeza y a vos no te pasa nada. Te permite continuar lo más bien.
Listo, eso es todo. Llevás medio corcho encima y la locura pasa de largo, la tristeza patina como si estuvieras hecho de teflón, el sinsentido de la vida no logra averiguar dónde estás para darte la definitiva piña.
El corcho amortigua el odio del otro, repele toda la mierda que envuelve el planeta como una nube (de mierda), es, por decirlo de algún modo, porque de algún modo hay que decirlo, el escudo de he-man. Vas a flotar.

5 comentarios:

José A. García dijo...

Ahora entiendo todo.

No tomo vino en la cena (ni el almuerzo, ni en el desayuno, ni en ningún otro momento).
Estoy condenado a la tristeza.

Saludos, tristes, pero saludos al fin.

J.

Frodo dijo...

Como a mí tampoco me pagan por comentar no daré muchos detalles.
Vd. deja todo así, traza apenas unas pocas líneas para que seamos nosotros los que completemos la genialidad.

Lo abrazo con una sola mano, en la otra tengo el destapador.

J. Hundred dijo...

*josé a. garcía! no recuerdo si fue dean martin, pero pude ser tranquilamente el mismísimo sammy davis jr., o incluso el señor sinatra. bueno, alguno dijo: siento pena por la gente que no bebe, cuando se levantan a la mañana, es lo mejor que van a sentirse durante todo el resto del día. en cualquier caso, puede hacer lo del corcho de un vino que usted no haya tomado. quiero decir, róbese un corcho, es de lo más sencillo. mi especialidad es fracasar de la manera más sencilla posible. lo saludo.

*frodo! ese momento tan mágico, tan especial y único en que destapamos una botella y nos parece por lo que dura un instante que la realidad no es tan mala, que nos deja tomar un par de respiraciones antes de seguir matándonos a palos. lo abrazo.

Mr. Kint dijo...

No va a faltar el que pregunte si de silicona también sirve....
Lo aprecio. Está usted en un gran momento.

saludos

J. Hundred dijo...

*mr. kint! yo calculo que debo estar en el 2% de mí. y aún así, por curioso que pueda parecer, es muchísimo más que el 100% de casi todos los demás. es muy bueno saber de usted, lo abrazo.