en la morgue
los cuerpos se
impacientan.
quieren terminar los
trámites
y saber
si la vida después de la
muerte
es igual
o mejora
sospechan que el más
allá
es un tiempo compartido.
los médicos más
jovencitos se ríen
de los tatuajes
que ya nada representan
(sin lienzo no hay pintura
posible).
alguien discute a los
gritos por
teléfono
y juega a pinchar el dedo
gordo
de un pie
con una birome verde.
alguien deja su taza de
café con leche
demasiado cerca de una
rodilla que
alguna vez tuvo fama de
trofeo.
en la radio suena una
canción de Shakira
que hace pensar en
pirámides, en camellos.
los vivos y los muertos.
los vivos y los muertos.
6 comentarios:
Poesía pura. Amanecer ocaso. Me encanta su creatividad para mandarme a la mierda. Adelante y buen año.
*anexas varias! le cuento algo, intento ser breve. no la quiero aburrir, mucho menos hacerle perder su valioso tiempo.
en alguna oportunidad, el futbolista y quizás filósofo existencialista oscar ruggeri, contó la siguiente cuestión. jugando en el fútbol español, no, no importa el cuadro, y no importa contra qué equipo, pasemos de largo esos detalles. tuvo un entredicho, un altercado en el que salió perdedor, frente a un jugador brasileño. esperó, ruggeri. esperó y esperó, hasta que, el fixture de la vida lo volvió a cruzar, a su equipo, con el equipo del mencionado jugador. en los primeros cinco minutos, el futbolista y quizás filósofo existencialista ruggeri fue y ajustició al muchacho rival, con su acostumbrada delicadeza. le pegó un patadón que obligó a entrar a la ambulancia, para que sacaran, al brazuka, en camilla. mientras el morocho aullaba de dolor, mientras lo retiraban del campo y el técnico rival pedía el cambio y se temía una fractura o algo peor, el señor ruggeri se acercó a la camilla en la que sacaban al pibe. y le dijo, más o menos, lo siguiente: pará, no te vas a ir ahora, que todavía no te pegué.
la situación, riquísima por cierto, extraordinariamente narrada por mí tal es mi costumbre, bien puede ser vista como una analogía. de usted, diciéndome que yo la mando a la mierda, y de mí. claro, quién otro, de mí. ahora sí, la saludo sin excesivo entusiasmo.
Pirámides, poemas; se erigen con minucia y sacrificio, se escupen con más dolor que empeño. Comparten quizás la desesperación, el miedo, el estéril manotazo en una pelea que todos perdimos antes de subir al ring. Dicen que
versos de muertos
los heredan
los heridos.
Una sutileza suya. Le mando un abrazo
*mr. kint! el superior poeta colombiano juan gustavo cobo borda, escribió aquello de ‘todos los poetas son santos, e irán al cielo’ (de lectura recomendable, quizás obligatoria). leo mi poema, veo las palabras ahí, tan frágiles, y a la vez tan potentes, y me siento satisfecho por lo que dura un parpadeo. después, bueno, después me doy cuenta que sigo siendo yo, que no he podido cambiar nada. un ejercicio de humildad, bien mirado, y de frustración. un abrazo para usted.
No conozco al autor que menciona pero si usted lo recomienda seguramente vale la pena una lectura.
De todas maneras sus líneas me hicieron recordar al good old Buk. abrazo.
Cause And Effect
the best often die by their own hand
just to get away,
and those left behind
can never quite understand
why anybody
would ever want to
get away
from
them
*mr. kint! ‘my wrists are rivers, my fingers are words’, escribió el hombre alguna vez. yo daría la mitad de las mujeres que conocí en mi vida por ser capaz de escribir una frase así. nos ponemos de pie, hacemos silencio.
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