10.2.12

Quizás lo puedas entender

Es bien sencillo. Hace falta algo de dinero, eso sí, estamos en el occidente capitalista civilizado, ahí no puedo ayudarte.
Vas a comprar algo. A un negocio. Puede ser en un shopping, porque ahí está todo junto, bien concentrado. Vas a un shopping, entonces, perfectamente.
Entrás, por ejemplo, a un local que vende, entre otras cosas, remeras. Bonitas remeras con originales inscripciones. Y sos, ponele, desde la adolescencia, desde siempre, tu talle es L. Pedís un S, entonces, una remera que te guste, pero talle S. Y decís ‘paso a probármela’. Y te vas para el probador, a probarte la remera que te transformará en un matambre.
O vas a una casa de venta de artículos deportivos, y elegís un modelo de zapatillas, para correr. Las más caras. Y sos, ponele, tu talle, tu número de zapatillas es 43. Entonces pedís que te traigan unas zapatillas número 40. Cuando el vendedor las trae, te sentás, y metés medio pie, en la zapatilla, que es absolutamente inadecuada para tu pie. Metés un tercio del pie, porque no entra más, no hay manera que entre más. Te mirás en un espejo y decís ‘sí, son bárbaras, las llevo’.
O vas a la peluquería. Sos casi absolutamente pelado, te vas a la peluquería de un barrio top. Pagás, pedís turno, o al revés. Y cuando te toca a vos, que tenés apenas tres o cuatro marchitos pelos, mustios, como un triste ficus, le decís al peluquero que querés un corte como el de Brad Pitt, o elegís algún actor de moda que posea tremendos atributos capilares, George Clooney, no sé.
Y así podés seguir. Si sos una absurda veterana de gruesos lentes y problemas de cadera, entrás a un local de esos donde venden skates, longboards, y elegís uno que tenga dibujos de calaveras y ametralladoras, o con los colores de la bandera de Jamaica, y pedís que te ayuden a subirte. Si sos una escuálida estudiante de sociología de lánguidas tetitas, vas a Victoria’s Secret y te pedís un corpiño como para una vedette de categóricas tetas de 250 megahertz, te lo apoyás sobre tu torso que se asemeja a una tira de asado y murmurás ‘perfecto’, o ‘genial’. Si sos un seco, si estás en la lona mal, si tenés la camisa con el cuello percudido y a veces te quedás mirando platos de comida del lado de afuera de algún restaurante, entrás a una agencia de Audi, o de BMW, y comentás que te parece que los neumáticos del automóvil en el que te acabás de sentar no son lo suficientemente anchos para doblar a doscientos treinta y siete kilómetros por hora sobre ripio.
Cuando el vendedor o la vendedora de turno haga una mueca o ponga cara de asombro o intente, con una mezcla de suficiencia, fastidio, y falsa cortesía, emitir algún comentario sobre la demasiado evidente incompatibilidad entre el producto que estás eligiendo y tu persona. Lo mirás. La mirás y le decís:
–Mirá, vos de seguro querías ser otra cosa, hacer algo distinto con tu vida, y estás acá. El producto, lo que estoy comprando, no es para mí. Es para el que me gustaría ser.

19 comentarios:

Mecha dijo...

Recórcholis!
Voy a tener que ponerme a pensar quién/cómo me gustaría ser...

Pero si veo que es mucho trabajo, abandono el ejercicio.

Mauro dijo...

Permítame ayudarla Mecha: usted puede querer ser Carrie Bradshaw, puede querer ser Amelie o puede querer ser la Tana Ferro. Si busca otro aspiracional, las demás mujeres la van a mirar como bicho raro.

Gracias Hundred, genio y figura. Me dieron ganas de ir a comprar la raqueta de Federer y los botines de Messi. Pero lamentablemente no tengo las fuerzas para levantarme de la cama.

Malena dijo...

¿Alguien podría pasarme la dirección de alguna concesionaria de autos importados para mandar a mi marido a comprarme uno? No, no, a mi marido real no; al que me gustaría tener.

Juan Sebastián Olivieri dijo...

Notable maestro.
La sonrisa me va a durar todo el día.

Sé que soy Juan Sebastián, pero en ocasiones com ésta me gustaría ser también Juan Hundred

Yoni Bigud dijo...

En esta ocasión ha estado usted particularmente lúcido. Una de esas veces en que produce incluso algo más que de costumbre.

Me retiro sin más.


Un saludo.

Sr. Pipío Chambón dijo...

Sr. hundred, sin ánimos de contradecirlo, pero haciéndolo en definitiva, me gustaría señalar que ningún vendedor en sus cabales sería capaz de inferir de alguna manera que algún producto por el comercializado, nos queda, como decirlo... para el orto.
Por lo tanto, creo, debemos buscar una forma alternativa de mostrar nuestra frustración, no sé, entrando al Bailando 2012 o algo asi, se me ocurre.
Un cordial saludo.

A.Torrante dijo...

¡Excelente terapia gratis para pobres! Posteo rápido y me voy a patentarla, pero yo le voy a agregar: intentar pagarlo con una tarjeta VISA GOLD vencida que encontré en la calle o con mi Credicul anulada por falta de pagos y/o con copia del informe del VERAZ en la página del FBI most wanted.

A.Torrante dijo...

Me inspiró: comprar guantes de látex, cortarle los dedos y envolverlos en papel metálico y escribirles: Tulipán XXL Importados de Nigeria. Al ver que a no le entran o apenas quedan cubriendo el glande, ir a un espejo y decirse: "No serás Brad, ni tenés la guita de Bill, ni las neuronas de Hawking, ni la pluma de Saramago, pero qué pedazo de pija tenés!!

Anónimo dijo...

Magistral.
Sin ánimos de agrandarme, solo puedo imaginarme entrando en una casa Nikon o Cannon a comprar mi primer réflex, y eso se va a dar dentro de poco, así que te diría que casi que lamento no poder pertenecer al séquito de peculiares personajes de esta ocasión.
La frase final merece un Nobel.
Saludos, estimado.

Dany dijo...

Realmente el tipo que me gustaría ser no laburaría. No se por donde empezar en este occidente capitalista civilizado.
Lo veo en una etapa docente.
Abrazo!

Dalilasearrepintio dijo...

Maestro!

Le mando un besote grandote y ruidoso. Se lo merece

J. Hundred dijo...

*mecha! por lo general, la gente suele pensar qué le gustaría ser, cuando sea grande. yo prefiero pensar qué me gustaría ser, cuando sea chico. quiero decir, está igual de lejos islandia que la luna, no existen grados de imposibles.

*mauro! puede usted comprarse la raqueta de federer, los botines de messi, y luciendo dichos implementos, bajarse del auto y entrarle a un travesti en el rosedal, como un poseso. todos los goles valen uno, decía una novia que tuve. ah, si es usted el mismísimo mauro que me escribió alguna vez, entonces le debo una disculpa.

*malena! da un poco de ternura, le confieso, verla tan mal.

*juan sebastián olivieri! le cuento algo peculiar, total esto no lo lee nadie. hace poco, el año pasado creo, mis informantes, justamente, me informaron, que había alguien replicando mis textos (decir posts queda feo). sí, como oye, un sujeto hacía un catanpeist de mis textos, y los publicaba, como suyos. me preguntaron entonces, mis esbirros, qué debíamos hacer al respecto. lo pensé un poco, mientras me comía una empanada de carne de la continental, fría, y dije que nada. la verdad, si un sujeto va a copiar algo de otro, no sé, abrí un libro de saer y copiá un párrafo de ‘la pesquisa’, o media página de ‘el que tiene sed’, de abelardo castillo, o una página de onetti, puede ser de ‘jacob y el otro’, por ejemplo. copiarme a mí mueve mucho más a la piedad que al encono. alto, hay algo más, esto sigue. a los pocos días, el mismísimo tipo me escribe, sí, el que me copiaba, ya descubierto, me manda un mail. y me dice que me tiene que pedir un favor. que él está saliendo con una señorita, y le ha dicho, a la señorita, que este blog (mi blog), es de él. o sea, que él es hundred. y que como alguien le avisó a la señorita en cuestión que hundred no es él (y a él que no es hundred), que hundred soy yo. uf, me cansé. sigo. la señorita va a escribirme un mail, a mí, para saber si él se lo contesta. entonces, el que me copia, me pide por favor que yo le avise cuando me escriba su novia, me da el nombre de la pobre, así yo le aviso que me escribió y él le contesta, para que la chica siga creyendo que él es hundred, y entonces el romance, de ellos, continúa, porque de eso, de que él sea hundred, depende la continuidad de la relación. de la cantidad de estupideces que me han pasado por estar aburrido, por no saber muy bien qué hacer con mi vida, por sentarme en un bar y escribir un poco, debo admitir que esto, lo que acabo de contarle, jamás me lo hubiera imaginado. así que puede ser hundred usted también, perfectamente. diga un par de boludeces y ponga cara de estar pensando en algo muy profundo. mire por la ventana mientras le hablan, mencione como al pasar que la gente es una mierda, esas cosas. es como las chombitas lacoste, las originales están muy bien, las falsificadas también son remeras. suman, sirven.

*yoni bigud! si se fija usted bien, sus palabras parecen un elogio, pero usted se atribuye algunas facultades que no le corresponden, prerrogativas que quizás no posee. igual lo respeto y lo admiro, un saludo.

J. Hundred dijo...

*sr. pipío chambón! que nos vaya bien a todos.

*a. torrante! lo vemos.

*a. torrante! así como hay gente que lee a saramago, son muchísimos más los que leen a saragoma.

*lucy in the sky! estimada, tengo una propuesta para usted. dígame dónde venden esa cámara. encontrémonos en la puerta del negocio, no sé, la semana que viene, a la mañana. déjeme comprarle la cámara (avíseme por favor el importe). compramos la cámara, nos saludamos, usted se lleva la cámara, yo me retiro. no, querida, no, no tiene que coger conmigo, por quién me toma. simplemente quiero participar en algo de su carrera, así me aseguro que usted me mencione cuando la entrevisten como la mejor fotógrafa de la argentina. algo más, podría regalarle la pentax k1000 que todavía conservo, pero era de mi padre y él la guardaba como un tesoro, sería irrespetuoso de mi parte (además de ser, supongo, una tecnología ya algo obsoleta). uh, tengo una yapa para usted: el mejor insulto que escuché en mi vida, fue en un partido de fútbol. atlanta contra deportivo español. alguien de la tribuna, molesto por una actitud de un fotógrafo que cubría el partido, le gritó ‘sacame una 4x4 en pelotas!’.

*dany! el tipo que me gustaría ser, cerraría este blog de inmediato. un abrazo.

*dalilasearrepintió! por fin, nena, por fin (aunque manténgase a distancia, ojito con usted, que uno se distrae con el ruido del besote grandote, y ahí nomás viene la patada que me deja las bolas como dos alfajores. ya conoce el refrán, el que se quema con leche, cuando ve a la vaca le dice que no, que no tiene tarjeta sube ni dos pesos para la birra ni sabe dónde se pueden comprar libros de coelho con descuento. vaya nomás, circule).

A.Torrante dijo...

*dany! el tipo que me gustaría ser, cerraría este blog de inmediato. un abrazo.

Por motivos puramente egoístas y viendo que disfruto su blog, me alegra que continue fracasando en el intento...

Anónimo dijo...

Si me comprás la cámara no tendría problema en acostarme con vos. Te lo digo por si te interesa saberlo, que se yo.
Objetivamente hablando le diría que guarde bien esa cámara, que aparte de ser un tesoro, era de su padre, así que es tesoro x 2. Peeeeero si algún día lo desea, se puede pactar algún encuentro cuyo desenlace sea convertirme en la dueña de esa Pentax.
Gran yapa, como para olvidarla. Gracias por compartirla.
P.D.: ¿Son irónicos los halagos a mi aún amateur desempeño fotográfico?
Será hasta luego, señor.

Malena dijo...

Ternura? Gracias, no necesito. Yo quería una extensión de su tarjeta. Pero, bué ..... que nos vaya bien a todos.

Mr. Kint dijo...

Siguiendo su indicación he ido alguna que otra vez a la farmacia de turno a solicitar preservativos magnum (famosos por ser aptos para jamaiquinos con un matafuego de dos kilos entre los miembros inferiores o para seres peculiares cruza de elefante con tapir colorado) con la mejor cara de nada. En fin, se nota el desconcierto del vendedor pero en este caso uno cree estar impune ante la evidente falta de pruebas, aspira a que le concedan el beneficio de la duda ocultándose tras una bermuda holgada. Lo que sucede, lo que suele ocurrir, es que igual despierta ciertas sonrisas incrédulas, porque de poseer semejante garompa a uno igual se le notaría, como decirle, en los modos, en la actitud corporal y, principalmente, en la caripela.
Abrazo y saludos.

Nota 1: Fantástica la anécdota que contó sobre el Salieri de Hundred. No creo que alguna vez suceda pero si alguna vez le derivo alguna burrita, haga el favor de ajusticiarla en el nombre de la pluma, la web y la garcha.

Nota 2: Usted dice que tiene una cámara del año del ñaupa para rifar y las chiquilinas se le tiran en palomita cual Aldo Pedro Poy. Yo hace rato vengo ofreciendo ipads de quichicientos gigabites con definición super full hd ready y no se me acerca ni una vedette en decadencia. Otra consecuencia más por la que usted es Hundred y yo soy yo. Qué le vamo' a hacer.

J. Hundred dijo...

*a. torrante! a fuerza de insistir, diría yo de perfeccionarme, fracasar se ha vuelto una de las cosas que mejor me salen. no deja de ser curioso.

*lucy in the sky! discúlpeme el anacronismo, pero creo que esta conversación debiera seguir, cómo decirlo, vayamos a sentarnos a los reservados (pucha, esta era la parte más difícil, la parte que peor me salía).

*malena!

*mr. kint! tengo algo divertido para contarle, respecto a los preservativos. en una oportunidad, había arreglado yo para fornicar con una señorita. debía entonces comprar, hacerme de preservativos, ya que me dirigía hacia el domicilio de la afortunada sin pasar por mi casa, directo del trabajo. con toda la vergüenza que poseía yo en la adolescencia, y que muy a mi pesar todavía me acompaña, me detuve en un kiosco. luego de hacerme el pelotudo como si estuviera leyendo la composición molecular de los alfajores, esperar que se fuera una señora que compraba parliament, y estudiar la cara del kiosquero, me animé. le pedí dos cajas de preservativos ‘prime’, los señalé, sí, esos, los grises. en aquella época, debo agregar, y dado que solía yo pasar por largos períodos de abstinencia sexual (no deseada, por supuesto), cuando conseguía una voluntaria, bueno, trataba de matraquear como un indómito chancho pecarí. consideraba yo, lo que es la desesperación sumado al no saber, que una sesión de fornienda debía ser de tres polvos como mínimo. la idea era, de manera tan literaria como real, dejar una huella, un surco, pensando que así mi ocasional partenaire me recordaría con cariño. lejos estaba yo de saber que por lo general uno provocaba paspadura de ingles y generalizado fastidio, como si alguien te pidiera 5 cuartos de helado seguidos en una heladería, quiero decir. bueno, lo que dije. sigo.
el asunto es que el kiosquero saca la cajita, y detrás de la cajita de los preservativos ‘prime’ grises, no había otra cajita de preservativos ‘prime’ grises. no había más. el tipo me da la cajita, yo estaba comprando también un paquete de cigarrillos para despistar, pero entonces reclamo la segunda cajita. mi pedido original, para mi soñada noche. insisto.
el kiosquero me mira, mientras me está cobrando, y me dice ‘con una está bien, pibe’. tiempo después comprendí que la sabiduría se esconde en los más recónditos lugares, sólo es preciso estar atento.
con relación a la nota 1: lo peor de todo, es que la historia jamás se me hubiera ocurrido. quiero decir, fue real.
con relación a la nota 2: le voy a tener que pedir, por la salud de nuestra, no sé si queda peor decir amistad o relación, que cuando una señorita, quizás algo perturbada, quizás víctima de una poderosa medicación, parece mostrarse interesada por los despojos de mi persona, bueno, por favor, váyase a tomar un campari a la barra. sí, no sea pelotudo, querido, retírese.
ahora sí, un saludo para usted.

Cristian dijo...

Jaja es lo que queda por la venta de consumo y "exito" que nos hace el sistema por cada grieta en la que enceuntra espacio, por eso prefiero usar las cosas para lo que son, la ropa para abrigar y mi toyota sw 4 para laburar