Bajo del ascensor, al cual primero me subí. Ahora me falta pasar la puerta de calle y comenzar el día. En automático, modo seguir.
En la puerta de calle hay una vecina. La vecina del noveno A, Marta. No sé gran cosa sobre Marta, más allá que es una mujer grande (en edad, en peso), que tiene un marido que camina mirando para abajo, dos hijos que la visitan con periodicidad quincenal, y tiene un perro. El perro es un cocker algo tristón de un beige muy claro y orejas que prácticamente tocan el piso. El perro se llama Pablito. Las veces que me he cruzado con Pablito en el ascensor parece medio hinchado las bolas, de los vecinos, de Marta, del mundo en general. Es un perro que no demuestra mucho interés ni por las personas ni por otros perros ni por la mierda. Es un perro así.
El asunto entonces es que está Marta en la puerta, y Pablito, y un sujeto más, un paseador de perros que sostiene como puede otros nueve perros de distintas razas y tamaños, todos babeándose, con ganas de coger unos, con ganas de cagar otros, que es lo que hacen los perros por lo general.
Marta le está explicando al paseador de perros que va a cambiar de paseador. Pero no se trata, así lo explica Marta, de ninguna falta por parte del joven que además exhibe y ostenta la contextura y los modos de un gorila plateado y yo pienso como al pasar que si este muchacho se llega a enojar vamos a tener un problema todos. Es que a su modo de ver Pablito no se adapta al grupo dice Marta, el grupo lo aísla, no lo contiene, quizás en otro grupo Pablito esté más contento, con perros más grandes o más peludos, no sé.
Saludo, paso la puerta pero la discusión sigue. El paseador expone sus motivos pero Marta dice que su decisión está tomada, todo bajo la inexpresiva y legañosa mirada de Pablito.
3 comentarios:
¿alguien le ha preguntado a pablito?, no me extraña su hartura, todo el mundo decide por él, es para cabrearse.. ya me gustaría a mi tener un paseador de perros y no tener que ir a trabajar..
*beauséant! la frase sería ‘peor es trabajar’, y se puede aplicar prácticamente en cualquier contexto. saludos.
Sospecho que hay algo de verídico en este relato.
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