A Linda le decían Linda desde que podía recordar, desde siempre. Le decían Linda, justamente, porque era linda. Esas bellezas naturales, como la lluvia, como el amor, sin explicación. Sin causa.
Hasta
que un día, Linda, que estudiaba para bioquímica como su papá, trabajando en un
laboratorio, manipulando unos reactivos, tuvo un accidente. Se tropezó, Linda,
y una probeta que llevaba en una mano cayó al piso, al tiempo que Linda caía al
piso, también. Y un ácido la salpicó, le quemó un costado de la cara.
Le
quedó una mancha, a Linda, en el rostro. Una mancha bastante grande, que le
cubría prácticamente el costado derecho de la cara. Morada, era la mancha,
entre morada y púrpura. El ácido le había achicharrado la piel. Como esas personas
que a veces uno ve que han nacido con esas manchas de nacimiento, pero peor,
mucho peor. Porque no era de nacimiento. Porque Linda había sido linda siempre,
y ahora costaba mirarla a la cara.
Pasaba
algo más, también. Los que conocían a
Linda, no sabían si debían continuar diciéndole Linda, porque Linda no se
llamaba Linda, y ahora tampoco era linda.
Los
que conocían a Linda, entonces, si le decían Linda sentían que se estaban
burlando, que quizás la molestaban por estar diciéndole, a Linda, algo que no
era verdad, no era cierto. Y si decidían llamarla por su nombre, a Linda,
bueno, era demasiado grosero, como si le recordaran a Linda que ya no era más
linda, y Linda se los quedaba mirando.
A
Linda le parecía que si le decían Linda estaba mal. Y si no le decían Linda,
bueno, las cosas se habían puesto aún peor.
Mientras
tanto, yo recorro la ciudad y sueño con conocerla. Ya no es linda, brilla algo.
5 comentarios:
Dicen que el nombre va atado el karma. También dicen que dos cabezazos en el área es gol y técnico que debuta, gana. Qué sé yo, se dicen tantas cosas.
Me gustó. Al final usté es un romántico.
Abrazo
*mr. kint! nací dotado de una sensibilidad extrema. y tengo el pito bastante grueso, según me han comentado. lo saludo.
Pito bastante grueso...Ay Dios, las cosas que dicen algunas madres para consolar a sus hijos...
Con respecto al texto, original, pero de romántico un catzo. Vos la querés encontrar ahora pq nunca te la pudiste voltear cuando era la Linda original. Nada como sacarle provecho a la baja autoestima, no?
No sueñe porque Linda ya no es lo que se imagina, se volvió desconfiada.
Aunque el pito grueso puede ser que lo favorezca. Un abrazo!
*anónimo! que nos vaya bien a todos.
*dany! no olvide usted que la decepción es uno de los más grandes maestros. un abrazo.
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