14.12.05

Ciencias exactas

El hecho es matemáticamente simple. Al hacer una cosa, uno se pierde la posibilidad de hacer mucho más que una cosa. Para ser más exacto; si decido ir a Barcelona, me pierdo la posibilidad de permanecer en Buenos Aires, junto con la posibilidad de observar a un encantador de serpientes en Estambul, junto con la posibilidad de beber un café espeso en Zurich, junto con la posibilidad de visitar una maltería en Escocia, junto con los miles de etcéteras restantes.
Es entonces fácil de comprender porqué la tristeza cuenta con mayores probabilidades matemáticas que la alegría.
Si se vuelve a reflexionar sobre el tema, también es fácil comprender porqué la matemática no tiene nada que hacer en estas lides.

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