13.8.05

Las otras mejillas

Si todos aquellos que me odian me dieran un peso, entonces yo tendría mis problemas económicos resueltos de por vida. Alcanzada esa situación me dejaría odiar mansamente, sin oponer resistencia. Dicho sea de paso, considero que odiar por un peso es una ganga; una de esas oportunidades que se dan muy pocas veces en la vida.

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