21.11.17

Algo atípico


Podríamos decir, si es que es preciso decir algo, que existen, básicamente, dos tipos de personas.
Están aquellos sujetos más primitivos, faltos quizás de cierto refinamiento. Seres que se mueven por encima de la animalidad más pura pero no mucho más que eso. No poseen mayor inquietud artística, transitan la dureza de lo real. No desean tocar el piano ni el violín, y si vieran un Pollock se burlarían, preguntarían quién fue el bobo al que se le volcó la pintura. Son sujetos que carentes de dichas aptitudes y apetitos, sin embargo saben hacer asado, incluso matar a un jabalí. Saben cambiar las ruedas del automóvil y los cueritos de las canillas y todo tipo de lamparitas también. A falta de crear, saben hacer. Saben conducir una motocicleta y hacer la mezcla para pegar ladrillos y todo lo demás que pueda hacer falta para deambular por la curiosa superficie de la materialidad.
Después tenés otra clase de sujetos. Han conseguido cambiar de pantalla en el jueguito de la vida. Han advertido que la vida no puede ser sólo lo que parece ser, lavarse los dientes, pagar el gas. Esos sujetos componen sinfonías, escriben, tocan el violín. Vuelan por encima del resto de los mortales, el arte es su motor. Cantan o pintan o van al Colón a ver Ballet. Son sujetos que se han alejado de lo básico, les cuesta hacer un trámite bancario o estacionar un automóvil. Se pierden en los aeropuertos y se ponen nerviosos cuando deben comprar zapatos. Desearían que exista un mundo más amable y más sutil, más acorde con su sensibilidad.
Y después estoy yo. Me cuesta ir a una estación de servicio a cargar nafta, y no sabría ni cómo agarrar una guitarra. Pero me gusta el whisky y te puedo chupar la concha con una energía bien parecida al entusiasmo, eso sí.

11 comentarios:

Jorge Aureliano dijo...

Me puse de pie incontables veces para aplaudirlo, hoy nuevamente lo hago, pero este aplauso (clap,clap) va a acompañado de un interrogante ¿Pensó Juan Hundred alguna vez en sacar un libro?

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Yo me acerco más al segundo grupo, pero con menos talento.
Y muchos talentosos se toman el wiskhy con todo gusto, con erudición en el tema. Y también son entendidos en mujeres, son libertinos. Y eso inspira.
Saludos.

Dany dijo...

No está solo en la especie. Abrazo.

J. Hundred dijo...

*jorge aureliano! estimado, claro que sí. la idea de este blog era ser descubierto, hundred, yo, que alguien advirtiera que soy un genio absoluto, que me convocaran para publicar un libro desde ya, luego ir a firmar ejemplares a madriz, vivir de derechos de autor, tomar whisky en cualquier barcito de allá, coger con chicas checoslovacas extremadamente pálidas con tetitas pequeñas pero firmes (o con holandesas culonas de apretados jeans y viciosas sonrisas), en fin. le comento que no estaría sucediendo, quiero decir, en todo este tiempo no he logrado parar ni por un instante de ser yo. al parecer no he podido apartarme un ápice de mi patético destino. fue bueno mientras duró, lo que se diga en estos casos. lo abrazo.

*el demiurgo de hurlingham! respecto al talento, es muy importante saber aceptar las limitaciones. las de los otros, principalmente. lo saludo.

*dany! dijo el superior saer, yo no me canso de recordarlo:

en alguien que se moría
mi propia muerte no vi,
pero en fiebre y geometría
se me fue pasando el día
y ahora me velan a mí.

usted dice que le poema no tiene nada que ver con nada? es probable, pero le cuento algo muy breve. cuando llevo la ropa al laverap, el pibe que atiende me cae bien. me habla, no sé por qué, porque por lo general la gente me cae mal, pero este pibe, como dije, me cae bien. y el pibe arranca a contarme algo, cualquier historia, algo que pasó en la calle, un robo, un alfajor nuevo que probó, no sé. arranca a contar la historia y de pronto dice ‘igual no te importa’, y entonces nos reímos, y sigue contando. lo abrazo con sana camaradería.

Lucia dijo...

"respecto al talento, es muy importante saber aceptar las limitaciones. las de los otros, principalmente".. 10 años de terapia para entender esto y usted viene con todas sus infulas, lo resume y se va. No se si voy a poder perdonarlo.
Un placer volver a leerlo.

J. Hundred dijo...

*lucia! estimada, lo único que puedo decirle respecto a mis habilidades como terapeuta, es que suelo pagar la cena. es bueno saber de usted, la abrazo.

vodka dijo...

si tiene el talento que dice tener, no es poca cosa.

Frodo dijo...

Me encuentro en la misma tribuna que Jorge Aureliano.

Soy una mezcla de todos los grupos (A, B y JH), porque pinto, no me pierdo en los aeropuertos y se agarrar una guitarra, se cambiar lamparitas y cueritos, aunque me cuesta cargar nafta (en realidad inflar las ruedas es mi máxima imposibilidad).
Lo más importante: no tengo ni su energía para cupar conchas (aunque me defiendo) y no tengo ni por asomo su genialidad.

Lo abrazo!

J. Hundred dijo...

*nilda! que nos vaya bien a todos.

*frodo! respecto a chupar conchas es algo parecido a la obstinación, requiere más voluntad que otra cosa. el talento es una gracia que recibimos o no, como el flequillo por poner un ejemplo. después nos peinamos como podemos con lo que nos tocó. lo abrazo.

Geoffrey Firmin dijo...

Qué extraordinario volver a leerlo. No porque usted haya dejado de escribir (sería imperdonable) sino porque hacía tiempo que yo no visitaba blogs, entre paternidades y demás nimiedades de la vida cotidiana. Sigue siendo lo mejor de la blogósfera, JH, y es una gran noticia para mí tener tantos relatos suyos para leer. Lo abrazo, con el pudor de quien hace tiempo no lo ve pero con gran afecto y admiración.

J. Hundred dijo...

*geoffrey firmin! quizás sea el mejor de la blogósfera, porque bueno, no quedó nadie. los mejores se fueron a twitter, o se sacan fotos y las suben a instagram, en fin. sign of the times, cantaba el prince, yo sólo quería escribir para ver si lograba parar la tristeza. no pude, eso está claro. es muy bueno saber de usted. lo abrazo como si nos conociéramos de mucho antes, como si fuéramos amigos.