Después de los treinta años, el rostro de una persona le pertenece, de la misma forma que le pertenece la mochila de su pasado. Esa arruga, ese rictus, esa manera de sonreír, son la naturaleza más intrínseca del sujeto, su inmanencia. Ahí está su angustia y su bronca y esa vez que fue feliz. Su rostro es el mapa que revela su búsqueda, lo que quiso ser, su afán, sus anhelos. El rostro nos muestra la historia de su vida, su lucha, su íntima épica, personal, intransferible.
Lo que te quiero decir es que tenés una cara de boludo tremenda, disculpame.
Lo que te quiero decir es que tenés una cara de boludo tremenda, disculpame.
8 comentarios:
Está muy bien. Nunca está de más, cuando uno tira una opinión tan jugada, fundamentarla.
Un saludo.
Justo ahora que sabría cómo refutarlo, nadie se atreve a un comentario así.
Se ve que a los 40, la cara de loca inspira menos reacción que la de boluda.
Espero que su sinceridad haya recibido la gratitud que merecía.
Me gusta la palabra inmanencia, gracias
Es verdad, la cara de boludo no se supera después de los 30.
*yoni bigud! otra línea argumental que se puede utilizar, algo menos indirecta, sería más o menos así. uno va y le dice a alguien ‘mirá, sos un pelotudo, te lo digo bien’. un saludo.
*jazmin! el conocimiento llega unos diez años más tarde, es de lo más normal.
*mar! usted parece tener la particular habilidad, no la única por cierto, y para nada menor, de poder encontrar algo bello aún en los lugares más abyectos.
*federico gauffin! es más que interesante su razonamiento. hasta los treinta años la cara de boludo puede ser superada, merced a cierta lectura, un par de porciones de pizza a determinada hora, y en determinado lugar, algún whisky de madrugada, en fin, cada caso es un mundo, no se puede aplicar un tratamiento genérico. habría también que explicarle a tanta pero tanta gente que no es preciso en la mayoría de los casos hacerse ningún tatuaje, con la cara de boludos que tienen cubren ampliamente cualquier intento de originalidad.
Cuidado con las caras de boludos/as.!!!
muchos aparentan serlo, pero son simples máscaras, bajo ellas se ocultan seres peligros, que tratan de confundir.
Las apariencias engañan, muchas veces.
Las cirugías y el maquillaje ocultan muy bien la verdad del rostro pero las manos nunca fallan!!
*alejandra albero! usted dice que hay gente que tiene manos de boludo. claro que sí, cómo no, usted abre una línea de trabajo de lo más interesante.
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