Existe una religión que le asigna cualidades divinas a la capacidad de perdonar. Dice, más o menos, ‘… perdonar es divino’. Existe otra religión que le dedica un día completo al perdón. El día del perdón. Borges dijo ‘yo no hablo de venganzas ni de perdones; el olvido es la única venganza, y el único perdón’.
Lo que quiero dejar en claro es la nimiedad de mis faltas.
Lo que quiero dejar en claro es la nimiedad de mis faltas.
Nadie pone en tela de jucio sus faltas, seguramente han de ser levísimas. Pero el punto es, dado que el olvido sirve a ambos fines: la venganza y el perdón, ¿cómo diablos se logra olvidar?
ResponderBorrarEs la primera vez que paso por acá, y presiento que no será la última.
ResponderBorrarEl perdón y el olvido, tanta razón tenía Jorge.
Un abrazo
*matt! qué pesada carga debe ser tener razón, todo el tiempo. yo pensé que tenía torcida la espalda, y es por tener razón, nada más que eso. un saludo.
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