30.3.11

En esta despedida

Durante la práctica sexual, ella me pedía que la ahorcara. Que la ahorcara de rotunda y contundente manera. Tenía un perro, ella, un Rottweiler, y el Rottweiler, para sacarlo a pasear, ella usaba un collar de ahorque. Ella me pedía que la ahorcara con el collar de ahorque, que apretara más y más, y un poquito más.
Mientras la ahorcaba, ella me pedía que le metiera un turrón, un turrón común y corriente, un turrón Namur que todos recordarán de la escuela primaria. Ah, sí, debía meterle el turrón, el turrón Namur, en el culo. Con energía, ella quería que le metieran el turrón, en el culo, intensamente.
Mientras la ahorcaba, con el collar de ahorque de su perro Pericles, y con el turrón ya bien metido en el culo, ella quería que le pusiera un montoncito de cocaína sobre el clítoris. La cocaína se humedecía de a poco, y yo debía dar pequeños golpes con la yema del dedo índice, o del dedo corazón, de mi mano izquierda, sobre el clítoris cubierto de cocaína como si se tratara de azúcar impalpable que se iba haciendo una pasta primero, para diluirse después.
Y así, mientras la ahorcaba con el collar de ahorque, mientras le metía el turrón en el culo más y más adentro, mientras se me acalambraba el dedo de golpetearle el clítoris cubierto de cocaína, bueno, yo podía meter el pito en el único lugar libre, le metía el pito en la boca y hacía también lo mío (estás tratando de imaginar la posición, es comprensible).
Me permito esbozar algunos detalles que hacen desde ya a la vida privada de las personas, por que en esta despedida, ella me dice que siente que nuestra relación nunca funcionó del todo. No se marchó antes, dice, por que le hacía bien estar conmigo, toda esa ternura que solamente yo era capaz de darle.

24 comentarios:

Sandra Montelpare dijo...

esta no será amiga de la de "Ya nada será como antes"? Ya cuando pidió el turrón dije "Esto termina mal". No querés que te traiga una murga, mamita, también? No va a andar...
Excelente relato, Sr. Hundred! Igual confieso que, no sólo en este post, me distrae sobremanera la lectura esos 'por que' separados ayyy no puedo con mi oficio!

Gabriel dijo...

Excelente!!!!
Como la vida misma....

Yoni Bigud dijo...

Lo que ocurre, me parece, es que esas prácticas de choque, digo, el turrón y la cocaína, no forman parte de lo esencial. Son fuegos artificiales (Dios sabe que sí), se usan para distraer. Para distraerla a ella. A usted.

En el fondo ella esperaba que le abriera la puerta del coche al subir y al bajar. Que un día se apareciera con unos gladiolos de la Guayana, que duran más que los de acá. Que la invitara a comer a un lugar lindo, caro y tranquilo. Que le ofreciera un traguito del Chivas después de coger. Del turrón y de todo eso.

Pero no. No fue posible. Eso casi nunca es posible. Y está bien que así sea.


Un saludo.

PS: Llegué tarde a su artículo anterior. Sin embargo quiero dejar asentado que me pareció una pequeña genialidad.

Alelí dijo...

lo leí varias veces confieso que esas prácticas sexuales violentas me resultaron por demás espantosas (pero sobre gustos...) pero al mismo tiempo sentí algo de esa ternura de la que ella habla. La ternura está en la dedicación y la prolijidad con la que ud. ofrecía y cumplía todos sus caprichos...loable de su parte.

besos

sergio dijo...

A medida que leía, iba imaginando el relato (las poses) que cambiaban constantemente, acorde a cada nuevo objeto que se agregaba al juego sexual. Cuando digo "juego" quiero decir que termine con la idea de que en realidad estaban jugando un "juego". Algo parecido al twister, el de los colores. Pero en vez de decir:mano derecha-amarillo.
Era algo mas: Turron-culo.

Saludos

Sandra Montelpare dijo...

el twister!!!!!!!!!!!!! me meooooo es buenísima esa!!!
o sea si me psacan in fraganti digo eso: "esto jugando al twister". Es impotante acompañar con la expresión correspondiente.

Jueves dijo...

la palabra "pito" siempre me causó mucha gracia.

Dany dijo...

Lo dejó por otro que tenía turrones españoles de Gijon.
El Namur es un clásico pero quería nuevas experiencias.

Abi dijo...

¿El turrón Namur era con o sin su envoltorio plástico?

Por lo demás, coincido con Yoni. Saludos

Jorge dijo...

Fascinante!Que decía el perro mientras tanto miraba eso??, porque ahí hay un espectador-mirón escondido, no solo sus lectores....
Atte/

J. Hundred dijo...

*sandra montelpare! le cuento, con mis tremendas dificultades, una pequeña analogía. acompañeme con el precario ejemplo, intentaré ser breve, no aburrirla. usted y yo vamos juntos, somos pareja, vamos juntos, le decía, a una fiesta. a un casamiento, alguna boludez por el estilo, no hace a la cuestión, no importa. de pronto, después de picar algo, alguna entradita, podemos estar de pie, podemos estar sentados en una mesa, usted advierte que a mí me ha quedado un pedazo de lechuga, o mejor aún, un pedazo de acelga (prefiero la potencia del verde oscuro), entre los dientes delanteros.
ahora bien. usted podría acercarse, darme un beso, e intentar librarme del incordio con sus propios dientes, su propia lengua, un dedo, arriesgar quizás algo de su propio ser en la maniobra. o no hace falta tanto desde ya, si no le nace, si no lo siente. usted podría acercarse a mi oído, como para hacerme un mimo, y hacerme saber la contrariedad que sufro sin saber, intentar ayudarme, evitarme el ridículo. sin embargo, usted elige señalarme con un dedo, y gritar ‘tenés acelga en los dientes!’, para luego aplaudir o lanzar su pobrísima carcajada. lo que le quiero decir, lo que le digo, lo que le estoy diciendo, es que usted bien pudo, desde algún imaginario reservorio de ternura, intentar ayudarme, liberarme de algún dulce modo de mi ortográfica acelga en los dientes. pero prefirió burlarse delante de todos, y eso también la define.

*gabriel! sí, la vida a veces te ahorca un poco, a veces te mete un turrón en el culo, a veces te convida un poco de merluza.

*yoni bigud! las chicas que han tenido la desgracia de conocerme podrían fácilmente atestiguar que, cuando yo aparezco con gladiolos de guayana, bueno, es como si apareciera con el turrón, tienen por lo general idéntico destino. también debo decir, su sapiencia obliga a la confesión, que he convidado un traguito de mi whisky a poquísimas mujeres (todas lo merecían, no saben, no pueden saber cuánto las extraño).
ah, respecto al fragmento anterior, puede haber, lo admito, una ínfima dosis de genialidad de mi parte. después viene usted, y agrega dos o tres toneladas de su particular cortesía. un saludo.

*alelí! muchas veces la ternura se disfraza de otra cosa. la gente ni se imagina.

*sergio! turrón-culo. garompa-oído. teta-nuca. usted, quizás sin saber, quizás sin proponérselo, como la lluvia, como el amor, ha ideado un juego de lo más entretenido.

*sandra montelpare!

*jueves! este puede ser un momento tan propicio como cualquier otro para usted, para su desarrollo personal. para que viva esa tan preciada como beneficiosa transición donde los pitos dejen de causarle gracia, y pasen a provocarle, quizás, algo parecido a la alegría.

*dany! por lo general las chicas se pasan una vida anhelando diferentes turrones para descubrir que después, en el inexorable después, quedan miguitas.

*abi! pero qué dice! no sólo se le quita el envoltorio al turrón por motivos de higiene, de operativa practicidad, de fina cortesía, sino que finalizado el introito, el turrón no vuelve a ser utilizado ni se sirve como snack a las visitas. no soy un pervertido ni una bestia, por quién me toma.

*jorge! con la ínfima animadversión que su persona me provoca, con el minúsculo incordio de intuir que usted existe, no puedo dejar de reconocer que ha estado particularmente lúcido. saber que el rottweiler me observa a través de una puerta de vidrio (del lavadero, for example), escucharlo rasguñar la puerta con cada exclamación de su dueña o lanzar un desesperado ladrido, bueno, suma mucho. muchísimo.

J. Hundred dijo...

*che! a nadie, a todos, a ver si alguien me ayuda. no puedo justificar lo que escribo. no, la cosa no va por ahí, no puedo justificar mi vida, no es preciso hacerlo con alguna de sus manifestaciones. que no puedo justificar el párrafo. lo que me sucedió en el presente fragmento fue que copio del word, pego, y cuando actualizo, me desaparecen los puntos y aparte (lo actualicé 77 veces, sufrí mucho). se aprieta todo el párrafo y queda un bodoque aún peor que el original, con todavía menos gracia, menos sentido. tuve que actualizar directamente desde el edit, sin poder pegarme una rigurosa vuelta por el compose. quiero decir, mis puntos y aparte son míos, son mis pausas, mi tempo, como cualquier otra ridícula expresión que surja de mis masacradas falanges. no sé si es que mi template es de 1987, o si estoy haciendo algo mal, o si el mismísimo san blogger me está diciendo que ya es suficiente, que me vaya de una buena vez. tampoco puedo consultarle a nadie que yo conozca, porque nadie que yo conozca sabe que escribo, me perderían el respeto casi de inmediato. a ver si alguien que entienda un poco tiene la delicadeza de explicarme, yo sé que soy un genio, yo sé que soy genial, una preciada maquinaria de coger y escribir, tampoco puedo ser un webmaster, príncipe del html. todo no puedo.

Alelí dijo...

me pasa lo mismo! si alguien te explica que sea público, me vendría muy bien la info.

igual me hiciste reir mucho con eso de ser el príncipe html! jajaja hay que saber nuestros límites.

beso

Yoni Bigud dijo...

Me sumo a la demanda de publicidad de la explicación, confesando al mismo tiempo mi analfabetismo informático.

Yo también estoy sufriendo. Mi último artículo vio la luz con la mencionada forma de bodoque, todo junto, como los fideos que me cocino cuando mi señora no está, o decide sancionar alguna ofensa con una oportuna huelga.

Lo borré a tiempo, sí, pero quedó ahí flotando en los laterales de todos los incautos que vienen a leerme. Y tuve que andar explicando hasta que a la noche logré que el texto saliera como yo quería.

Esta es la solución provisoria que encontré, la de un analfabeto voluntarioso, trabajosa e irritante, pero mía:

Copio el texto desde word, y después, en el espacio entre cada párrafo, pongo la letra p encerrada entre estos signos <>

Por favor, alguien que se apiade y explique.

Muchas gracias.

Un saludo.

Sandra Montelpare dijo...

bueno , veo que estamos todo en la misma. Cuando uso los puntos de numeración y tablas, se amotina de una manera descomunal! Olvídelo Sr. Hundred. Una maradoniana le dedico a Blogger: vos tbn la tenés adenro con turrón namur incluido. Y no se enoje por la corrección ortográfica, hombre!!! Tiene razón le tendría que haber mandado un mail, así sotto voce. Ya está, soy una porquería de persona, sigo cosechando amigos. Contento??? la próxima le cuento mi método para sacar lechuguitas

Jazmin dijo...

Su relato me ha dejado de dos maneras.
Sorprendida, por su superlativa capacidad de dar.
Y nostálgica.


Lo saludo con un medio ronroneo.

(producto del ternor que me provoca un buen malbec, supongo; sepa disculpar, pero no estoy aquí para guardar las formas)

Vicente dijo...

Olvídese de copiar y pegar del word directamente a blogger Sr. Hundred.

Desde mi ignorancia, recomiendo copiar de Word, pegar en "block de notas" o "note pad" y desde ahí a blogger. Si puede sacar todos los espacios en block de notas probablemente sea más efectivo.

El "block de notas" borra el formato de word. Entonces cuando pasa a blogger es texto sin formato. Supongo que el editor de blogger tendrá menos problemas en editar un texto sin formato que leer un formato que viene de otro programa y modificarlo.

Saludos y espero sirva

Jueves dijo...

usted quiso decirme mal cogida?

J. Hundred dijo...

*alelí! a mí me pasa, lo mismo que a usted, cantaba palito ortega, y no parecía ni siquiera palito ortega, la canción lo elevaba a un inaudito pedestal.

*yoni bigud! la solución que usted propone es una particular mezcla de incapacidad y empeño. eso, desde ya, no soluciona nada, no sirve para un carajo, pero nos permite intuir destellos de la imbatible calidad de su persona. un saludo.

*sandra montelpare! usted está castigada por dos o tres días, chito ahí.

*jazmin! su medio ronroneo es una dulce melodía.

*vicente! por fin, carajo! mire, la verdad es que no probé su solución, no creo que sirva, y ni siquiera importa si sirve. pero usted tuvo una idea, respondió a una inquietud con inusual precisión, no dijo ‘ah, y en mi sitio vendo collares de mostacillas para usar en san clemente’, o ‘qué importa el formato si lo que escribís es una mierda, imbécil, si yo gané el premio al mejor relato corto de la cooperadora del colegio nuestra señora auxiliadora de la shagar’. usted nos da una lección de convivencia, de criterio. muchas gracias.

*jueves! pero no, bonita. yo, con todos los tremendos defectos que refulgen de su persona, sería incapaz de decirle ‘malcogida’. en todo caso, puede suceder, hay hombres que quizás no la hayan cogido con el debido esmero.

Dany dijo...

Lo siento Hundred, mi alias es "tecnonabo". Si, ya sé...eso no le sirve de nada.

Jueves dijo...

al final, yo me voy de acá sin saber si estoy siendo insultada o qué.

Mr. Kint dijo...

Pido disculpas antes de interrumpir esta especie de debate multidisciplinario que abarca desde la tremenda imagen de un pequeño montículo de cocaína refinándose sobre una vulva efervescente hasta la desesperada búsqueda de una fuente de códigos html que no le de tal vez la juventud eterna, pero al menos pueda acariciar lo inmortal con algunos de sus escritos.
Veo que sufrió, porque veo cinco veces su texto en reader. Veo que además no tengo respuestas ni puedo ayudarle, que acá vine para sumar pero, como casi siempre, no sumo. Y no tengo nada para decir, salvo que los turrones no tendrán ya el mismo sabor después de leer su relato.
saludos.

J. Hundred dijo...

*dany! es como usted dice. justamente, lo que usted dice, no sirve de nada. pero sucede, me sucede, con el 97% de la población, ya sea en forma oral o escrita. así que tampoco es su culpa.

*jueves!

*mr. verbal kint! con el respeto, el cariño, quizás la excesiva admiración que le tengo. yo estoy escribiendo algunos de los textos más relevantes de la literatura, no sólo argentina, sino también intergaláctica, de los últimos 77 años, y usted me viene con que le salpiqué un poquito el reader. como una señorita a la cual uno acaba de echarle un regio y trabajado polvorón, contundente, lleno de de esfuerzo, ingenio, y con múltiples variantes, para que luego, al recuperar algo de aliento, concluida la faena, ella se mire al espejo y diga ‘me dejaste raspado los cachetes con tu barba’. lo que yo quería decir, estimado señor kint, es: a quién carajo, que no sea usted, le importa su reader? un saludo.

HB dijo...

genial.