17.5.06

Mejorando

Al acostarme sobre el pasto, soy picado por una hormiga. Reprimo mi instinto de zanjar la cuestión de la manera más inmediata posible. No la mato.
La coloco sobre la yema del índice de mi mano derecha, y me paso unos buenos quince minutos preguntándole el porqué de su accionar.
Conozco algunas chicas que me dirían que sí, que hice bien, que voy mejorando.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

a las chicas no nos gustan las hormigas, ni ninguna clase de bichos.
hay que ver qué clase, de chicas digo, te interesan, qué planteos te surgen. Si la chica tiene un hormiguero debajo de su cama, no creo vuelvas ahí.
No te reprimas, Juan, matala y listo. Te aseguro que la chica en cuestión se va a conmover hasta la congoja cuando te vea por el microcentro con el ramo de rosas rojas, antes de verte perdonarle la vida a una hormiga.

Anónimo dijo...

A algunas chicas, si nos gustan las hormigas, o al menos no nos disgustan y sí nos resulta tierno que converse con ellas y que ande por el mundo con rosas, mejor aun con cajas de pizza.
¿Un hormiguero debajo de la cama...?Podría ser, de hecho podríamos compartirle a las hormiguitas algunas de las rosas que de seguro que no llegaron al florero mientras nosotros nos comemos la pizza en la cama, con las hormigas de espectadoras cómplices
Y sí creo que va mejorando, pero no mejore demasiado a ver si despues se vuelve irreconocible. Tal vez sea lindo que sea un irremediable caso perdido

J. Hundred dijo...

!)en qué quedamos? la mato o no la mato? le hablo y después la mato? la mato y después le hablo? le hablo dos veces? la mato dos veces? qué difícil es mantener viva la llama. para que la hormiga no se aburra, digo.
chica II, hormigas espectadoras, no hay problema. pero cómplices? y no tema, que yo mejoro un poco, pero después me arruino.

!!)en cualquier caso hubo congoja, hubo pizza, hubo cama, y todo gracias a la hormiga. miren si llego a contar la vez que me quedé hablando hora y media con un fox terrier pelo duro.

Anónimo dijo...

Un oso hormiguero. Esa es la solución. Que otro haga el trabajo sucio.