20.5.06

Dejá, yo te lo caliento

Cuando conozco a alguien que ingiere alimentos cocinados en un microondas, siento una honda pena.
Por los alimentos, no por la persona.
Los alimentos, sometidos a ese curioso proceso, quedan transformados en un extraño material, de compleja definición; en cualquier caso se trata de algo no apto para el consumo humano.
La persona en cuestión, la imbecilidad que exuda, viene de un pretérito difícil de precisar. No es justo asignarle toda la responsabilidad a un diabólico electrodoméstico.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy convencido que un día me despertaré y las noticias dirán que el horno microondas, además de no servir para cocinar, nos estaba matando de a poquito. Un poco más rápido que la muerte.

Nunca confíes en lo que no entiendes.

Bugman dijo...

Mire, el horno de microondas no solamente es responsable en gran medida de que yo haya llegado vivo hasta este momento sin sucumbir de inanición, sino que también me ha proporcionado horas de solaz y esparcimiento viendo pequeñas tormentas eléctricas cada vez que por descuido le introduje un elemento metálico, además de haberme ayudado a inventar novedosísimos artilugios, como "el huevo explosivo con espoleta de retardo".
De manera que espero retire su incalificable ofensa a este utilísimo electrodoméstico y a sus usuarios. O lo meto en el microondas.

stel dijo...

a mi no me gusta coinar en el microondas, no cuesta tanto hacer comida "digna" de un modo más tradicional/sano...
en fin, que esta bién para momentos de desesperación, pero no para utilizarlo como costumbre... además, como bién dice, pobres alimentos, cocinados ahí, dando vueltas y chamuscados por unas ondas que no se bién que hacen...
No se, espero que tenga una semana genial (por lo menos algo mejor que la mía).
besos,

J. Hundred dijo...

!) estimado bugman,
así como alguna vez se separaron lennon y mc cartney; así como alguna vez se separaron richard burton y elizabeth taylor; así como alguna vez se separaron carolina ardohain y martín barrantes, tal vez hayamos llegado a esa compleja encrucijada. lamento comunicarle que la opinión vertida sobre el electrodoméstico en cuestión cae en la categoría de 'no negociable'. a pesar que respeto y admiro el huevo explosivo con espoleta de retardo, como un significativo avance de la ciencia bélica. estoy dispuesto a aceptar que hay usuarios y usuarios. tome eso como una concesión y una muestra de sana camaradería. asimismo, me permito llamarlo a la reflexión respecto a sus conductas alimenticias.
le propongo haga el siguiente experimento. compre dos vasos. compre dos rosas. córteles el tallo. unos diez centímetros. caliente el contenido, agua, de uno de los vasos, usando una hornalla. caliente el otro contenido, agua, en el microondas. deje resposar y enfriar.
más luego, a la noite, coloque una rosa en cada recipiente con agua. recuerde cuál es cuál. vea los resultados al día siguiente.
y conste que le conté uno de los mayores secretos que poseo. y gratis.
!!) stel, es difícil que yo tenga una semana genial. con cuarenta minutos, me arreglo (uno aprende; lleva tiempo, y no es que uno se vuelva sabio, pero uno aprende).

Bugman dijo...

Estimado Juan Hundred, lo siento mucho pero no puedo dejar pasa esta afrenta a mi honor de usuario de microondas. Lo reto a duelo, escoja sus padrinos. Yo elijo las armas, y serán sendos magnetrones de 2.450 MHz.